Metele Vida tiene un espacio para todas aquellas personas que despiertan a un nuevo mundo donde vivir sus vidas de manera inspirada, con nuevos horizontes por descubrir y explorar. Aquellas personas que descubren que tienen espacios interiores sin habitar, sin reconocer, con mucho potencial para crear cosas nuevas y únicas desde ese lugar que ninguna otra persona puede ocupar. Muchas veces las enfermedades nos hacen descubrir todo nuestro potencial, tal es el caso de Eugenia Lassallette González quién nos cuenta su historia.
Eugenia decidió cambiar su estilo de vida y volcarse a la alimentación consciente y saludable luego de atravesar un problema de salud relacionado con el cáncer.
“Todo surgió por un tema personal mío, cuando tuve un problema de salud hace unos años, y con el tiempo, a ciertas cosas no las empecé a tolerar. Primero fueron las carnes, después las harinas refinadas, todo lo que sea industrializado, que no es nada saludable. Después empezó una toma de conciencia de que al animal no lo veo como una comida, ni como algo que se pueda explotar, sino como un igual”
Ella comenzó a cocinar sus propios alimentos, ya que, en el mercado, no encontraba productos saludables, o los que había, eran muy caros. Además nos comentó “también venían en paquete, con aditivos y conservantes, entonces a fines de 2017 empecé a hacerme para mí, y a experimentar, a hacer un click, y a vender comencé a fines de 2018”.
Eugenia se dió cuenta que no estaba sola en este camino que comenzaba a recorrer, gran cantidad de personas de su pueblo de origen buscaba alternativas saludables de alimentación. “Encontré un taller de comida consciente y lo hice, y después fui buscando por internet, con gente que hacía lo mismo en otros lugares, y que ya tenían un poco más de recorrido, fui probando. Además, a mí siempre me gustó cocinar”.
En cuanto a la elaboración de los alimentos que produce para consumo propio y para la venta, explicó que no utiliza ningún derivado animal, alimentos lo más orgánico posibles, harinas integrales, azúcar mascabo, entre otros. “Comida o cocina consciente es justamente ser conscientes de qué nos estamos metiendo en nuestro cuerpo. El cuerpo es perfecto, pero si hace una enfermedad o reacción, es porque vos le estás dando algo que no corresponde. Después empezás a ver qué estás comprando, qué estás comiendo y a leer las etiquetas de los productos”.
Desde que ella cambió su alimentación, su salud general mejoró mucho, incluso rara vez se enferma. Además, otro punto positivo del cambio que incluyó en su vida, es la sustentabilidad de su actividad, ya que a partir de los residuos que genera puede reciclar material orgánico, para realizar compost.
Lo más vendido son las hamburguesas, y el humus, que es garbanzo procesado con aceite de oliva, limón, ajo, y condimentos. “Las hamburguesas siempre las voy variando de acuerdo a lo que está en estación, siempre conviene consumir esas verduras”.
La Tierra nos llama tiene un papel concientizador en nuestra sociedad, sobre la importancia de cuidar nuestro cuerpo a través de lo que consumimos. “Más que ofrecer comida, quiero contagiar un estilo de vida, no sirvo para vender algo, sirvo para vender un mensaje, sino a mí, no me llama la atención. Tiene una carga de amor, de conciencia que a mí me gusta y me da placer trasmitirlo”.
Y la cosa no termina en este emprendimiento, Eugenia tiene planes a futuro, piensa en dictar talleres o charlas para que, sobre todo los jóvenes, se informen sobre la alimentación consciente. “Tengo la idea de dar pequeños talleres, como para empezar a transmitir lo poco o mucho que he aprendido en este tiempo, a parte hay muchos jóvenes que se quieren hacer veganos o quieren dejar de comer carne, pero no tienen en cuenta muchas cuestiones, porque no es sólo comer papas y fideos”, nos comentó.
